Una de las principales premisas de la escuela es crear ciudadanos competentes para una vida activa en la sociedad.
En la actualidad no podemos desarrollar esta premisa dejando de lado las nuevas tecnologías. Nuestro alumnado vive en un mundo tecnológico en el que las aplicaciones son su recurso más próximo. Por eso, desde la escuela tenemos que educar en estas tecnologías, en sus pros, contras y riesgos.
El colegio del que formo parte acaba de recibir un premio del Ministerio de Educación por las “Buenas prácticas en el uso y aplicación de las Tecnologías Aplicadas a la Educación” a partir de un de nuestros proyectos documentales integrados “¿Le damos una vuelta a la tierra?”. Creemos que el hecho de otorgarnos este reconocimiento es en gran medida por la filosofía con la que abordamos las tecnologías.
Si bien, en el centro, se lleva años apostando por la integración de las TIC en la práctica docente, fue el paso del tiempo y las experiencias lo que hizo que concibamos las tecnologías no como algo a aprender, sino como el recurso a través del cual aprender y enseñar. Este hecho implicó cambios en el centro educativo, en la práctica docente y en la relación del alumnado con los contenidos curriculares. Cambios que fueron posibles en parte gracias a las dotaciones de la Consellería y en parte al esfuerzo, trabajo y formación del profesorado.
Pero como bien indica el título de este texto, me centraré en las posibilidades que nos ofrecen las actuales aulas E-Dixgal (antes aulas Abalar). El hecho de que cada alumna y alumno cuente con uno ordenador personal con conexión a internet en el aula, posibilita y fuerza ese cambio en la práctica docente del que se hablaba anteriormente. Ya no es el docente a fuente de saber, sino el acompañante en la busca de la misma. Hace falta aquí un trabajo amplio de alfabetización mediática. El conocimiento ya no queda restringido a lo que establezca un libro de texto, sino que se pueden dar múltiples formatos a la hora de relacionar y cohesionar los contenidos curriculares. Cumple aquí romper con la idea de que E-Dixgal nos limita a la hora de trabajar porque es un libro de texto digital. La limitación la ponemos cada uno de nosotros. Los contenidos de Y-dixgal son una organización y concreción del conocimiento del que echar mano para poder investigar o como base de la cual partir.
Igual que se aprende a tratar la información tenemos todos los recursos de nuestra mano para crear información. Es importante citar aquí algunos planes de la Asesoría de bibliotecas escolares de Galicia, como ”Radio en la biblio”, “Biblioteca creativa” o “Plambe”.
Los ordenadores Abalar nos permiten editar podcast, programar con Scrach, editar vídeos o elaborar presentaciones. Desde las aulas Abalar participamos en el proyecto documental premiado a través de: retos steam (que implicaban impresión 3D, programación robótica, creación de contenidos en aplicaciones como Chatterpix), producciones audiovisuales (anuncios, croma), edición de podcast de nuestros programas de radio, creación de contenidos interactivos (en aplicaciones como Thinglink, Genially o Quizziz), encuentros virtuales con autores, personas relevantes de la cultura y ciencia y alumnado de otros centros.
En definitiva, la escuela debe ir de la mano de la sociedad para no caer en anacronismos y las aulas E-Dixgal proporcionan tanto a profesorado como alumnado a posibilidad de acceder y utilizar una grande cantidad de conocimientos y recursos que no vamos a encontrar en un libro de texto o en el entorno de nuestra aula.
Se puede decir que es la inmersión en el mundo digital de una franja de población que, por su edad, es “nativo digital”.
Autor: Diego Agilda Pedreira
Centro educativo: CEIP Plurilingüe San Marcos (Abegondo - A Coruña)
