En esta experiencia descubriremos los efectos de la presión atmosférica y de la combustión del fuego. Observaremos cómo al cocer un huevo, este cambia su forma y estructura, volviéndose más flexible. 

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Cesta de materiales

Presiona en los puntos interactivos de la imagen.

Manos a la obra

Paso 1

•  Cuece un huevo durante doce minutos aproximadamente.

 Paso 2

• Quítale la cáscara con cuidado de no romperlo. 

Paso 3

• Enciende dos cerillas (con ayuda de una persona adulta) y mételas rápidamente en la botella, intentando que no se apaguen.

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Paso 4

• Coloca el huevo sobre la boca de la botella, con cuidado de que no quede ningún hueco.

Paso 5

• Observa cómo inmediatamente la llama de las cerillas se apaga por la falta de oxígeno y comienza a desprender humo y otros gases.

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Paso 6

• Observa cómo el huevo comienza a moverse e introducirse suavemente en la botella.

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Paso 7

•  En este momento las presiones entran en juego. Al consumirse el oxígeno, disminuye la presión del interior de la botella. 
• La presión atmosférica de fuera es mayor y tira del huevo hacia dentro para intentar nivelar las presiones.
• Fíjate en el huevo, gracias a su estructura flexible, adquirida durante la cocción, modifica su forma y entra fácilmente en la botella sin romperse.

 

Tips docentes

Los tips del profesorado son pequeñas ayudas para desarrollar la estrategia educativa de forma adecuada.

 Tips de preparación:

• Con respeto a los materiales, hay que tener en cuenta que la botella o bote tiene que ser de cristal, algo grande para contener bastante oxígeno, pero con la boca estrecha, no más grande que el diámetro de un huevo. 
•  Antes de comenzar el experimento, comprueba que el huevo encaja bien en la boca de la botella y no deja huecos.
•  Es mejor emplear cerillas. La llama de una vela consume más rápido el oxígeno y a veces no da tiempo a poner el huevo encima de la botella.

 Tips para el momento del experimento: 

• Preguntaremos al alumnado si dentro de la botella hay aire. Reflexionaremos sobre la idea de que el aire está en todas partes. No se puede ver, pero está. Incluso podemos hacer una prueba para demostrarlo. Cogemos una botella de plástico y una bolita de papel de aluminio. Colocamos la botella en horizontal y la bolita en la boca de la botella. Soplamos para meter la bola dentro de la botella y observamos cómo siempre cae para fuera. De este modo le hacemos ver al alumnado que, al soplar, metemos aire en la botella y como no tiene más sitio, el aire que está dentro empuja la bolita hacia fuera. 
•  Posteriormente, le explicaremos que el fuego solamente se mantiene se hay oxígeno y cuando se agota, se apaga. Encendemos una cerilla y observaremos cómo arde. Colocamos la cerilla en un plato, lo tapamos y vemos cómo se apaga, centrando la atención del alumnado para que reflexione en que se apaga porque consumió el oxígeno.   
•  Antes de realizar el experimento también observamos el huevo. Lo tocamos suavemente para ver como al cocerlo modifica su estructura y se vuelve compacto y gomoso.
•  Comenzamos el experimento. Al poner el huevo encima de la boca de la botella centramos la atención de los niños y niñas para que observen cómo resbala lenta y suavemente por la boca de la botella hasta que entra, explicándoles el efecto de la presión atmosférica.  
• Probamos a darle la vuelta a la botella para comprobar si podemos sacar el huevo. Incluso lo intentamos sacar con los dedos, y vemos que no somos capaces.        

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